martes, 26 de julio de 2011

 [...]Era ya de noche, y me pareció que en torno de la puerta había una guirnalda o alguna cosa de colores. Y entonces, al esforzarme por ver con más precisión, distinguí sobre el hueco de la puerta un escudo luminoso, en el que me parecía que había algo escrito. Apliqué con afán los ojos y por fin atravesé la calle, a pesar del lodo y el barro. Entones vi sobre la puerta, en el verde pardusco y viejo de la tapia, un espacio tenuemente iluminado, por el que corrían y desaparecían rápidamente letras movibles de colores, volvían a aparecer y se esfumaban. También han profanado, pensé, esta vieja y buena tapia para un anuncio luminoso. Entretanto, descifré algunas de las palabras fugitivas, eran difíciles de leer y había que adivinarías en parte, las letras aparecían con intervalos desiguales, pálidas y borrosas, y desaparecían inmediatamente.
El hombre que quería hacer su negocio con esto, no era hábil, era un lobo estepario, un pobre diablo. ¿Por qué ponía en juego sus letras aquí, sobre esta tapia, en la calleja más tenebrosa de la ciudad vieja, a esta hora, cuando nadie pasa por aquí, y por qué eran tan fugitivas y ligeras las letras, tan caprichosas y tan ilegibles? Pero... ya lo logré: conseguí atrapar varias palabras, unas detrás de otras, que decían: Teatro mágico.
Entrada no para cualquiera.
No para cualquiera.
Intenté abrir la puerta, el viejo y pesado picaporte no cedía a ningún esfuerzo. El juego de las letras había terminado, cesó de pronto, tristemente, como consciente de su inutilidad. Retrocedí algunos pasos, me metí en el fango hasta los tobillos, ya no aparecían más letras. El juego se había extinguido. Permanecí mucho rato de pie en el lodo y esperé; en vano.
Luego, cuando ya hube renunciado y estaba otra vez sobre la acera, cayeron por delante de mí un par de letras luminosas de colores sobre el espejo del asfalto.
Leí:
¡Sólo... para... lo... cos![...]


 Personas con la idea de parecer diferentes, algunas quieren cambiar su forma de ser, otras sueñan con perfeccionar sus locuras, y ser así entes divertidos y locos caminando por la vida, haciendo reír a las personas, logrando una sonrisa en los amargos que suelen penetrar en cada vida, en algunos casos esos amargos moran en las personas por siempre, pero sin duda, la locura y la belleza mas pura del LOCO, pude quitar la amargura de todas y cada una de las personas. 
 Quizá algunas palabras parezcan sin sentido, como sopladas por el viento y dejadas en cualquier parte, pero sin duda, intentan reflejar la vida de aquellos entes  tan especiales que desean cambiar el planeta a través de una sonrisa.
 Mi vida es algo así, muchas veces soy juzgado por las mil y una personas del mundo, pero ese dolor, no es tan grande como la belleza de una risa. Prefiero ser un loco y lastimado por los golpes de la vida pero alegre por la riqueza de de una carcajada